domingo, 31 de julio de 2011

El currículo ausente. Pedagogía y problemática curricular


La Profesora Roxana del Pilar Grados Vargas, docente de la Institución Educativa Nº 216 "Manuelita Rossell de Pinillos", un centro de educación inicial en Trujillo, La Libertad, Perú; ha publicado en "Diálogos en Educación" ( http://www.dialogos-en-educacion.org/puntos-vista/el-curriculo-ausente-pedagogia-y-problematica-curricular-en-el-peru ) este interesante artículo que nos invita a analizar nuestra postura frente al fenómeno curricular con un breve ensayo acerca del problema de la inercia curricular en los diferentes estamentos de nuestro sistema educativo. En este trabajo enfatiza el protagonismo del currículo en la labor formativa y la importancia de darle vida desde nuestra posición docente, sea en el aula, en la dirección, en el cargo de responsabilidad en el sistema educativo, etc.
 El currículo ausente
Pedagogía y problemática curricular
Prof. Roxana del Pilar Grados Vargas

Quienes nos encontramos circunscritos en la acción educativa de manera efectiva en las aulas de seguro vamos a recordar las permanentes críticas al currículo. Una de ellas es la que hace alusión a su no representatividad en el contexto o, lo que es lo mismo, a su indiferencia frente a la realidad local y/o regional del docente y de la comunidad educativa.
Otra es la que implica su no funcionalidad en las diferentes realidades fundadas en la diversidad geográfica, social, educativa y cultural peruana. Las normas, directivas y demás dispositivos que regulan el currículo, pregonan que éste es flexible y diversificado, pero en los hechos es un currículo homogéneo para realidades heterogéneas.
Otro hecho, que es también una cuestión a tomar en cuenta, es la que se refiere a que sus criterios han sido formulados por los “especialistas” del Ministerio de Educación, los mismos que conocen de forma incipiente o desconocen las “realidades” donde nos encontramos.
Y, por ello, cabe preguntarnos acerca de los elementos o factores que no han permitido y que a la fecha no permiten el cumplimiento de esa mentada diversificación y flexibilización y su posicionamiento en los aprendizajes para vivir.
Consideramos cuatro factores limitantes: primero, que dentro de la política del sector educativo no se ha tomado en cuenta la seriedad que representa la formación y capacitación en materia de diversificación curricular pues los docentes y especialistas no han sabido concretar de manera visible productos curriculares validados como respuesta a las necesidades de aprendizaje. Esto, debido a un esquema errado de rendir culto a esquemas y sucesos foráneos o extranjeros antes de construir uno propio.
En segundo lugar, estamos en condiciones de señalar el hecho de que los docentes igualmente nos hemos desenvuelto con la inacción y el facilismo. No hemos podido realizar esfuerzos conjuntos, mucho menos personales, por tratar de entender la teoría curricular y consecuentemente por adecuar, diversificar o reconstruir nuestros propios currículos a nivel de centro o institución educativa de acuerdo a la realidad comunal. Hemos llegado a asumir una actitud rutinaria haciendo uso de programaciones curriculares repetidas año tras año, como si la sociedad y su problemática se encuentran estáticas o en estado de hibernación. Hemos llegado a asumir una actitud facilista (con todo tipo de justificaciones) copiando  -léase plagiando- programaciones de otros colegas y a su vez de otros colegas y comprando programaciones ya preparadas –por ejemplo, unidades didácticas ya elaboradas- de editoriales que jamás han visitado nuestra realidad y nada conocen de nuestros estilos didácticos. A esto se suma la presencia de los famosos libros de texto que nos han “facilitado” la labor de planificar pues todo ya está hecho en ellos, lo único que hay que hacer es disponer, con nuestro pequeño poder ante los padres de familia y ante los estudiantes, la página o páginas a “trabajar” en el día de “labor”.
Un tercer factor es, en el caso del planteamiento de los lineamientos de política curricular regional, la valía de los currículos regionales diversificados en la respuesta a las demandas educativas de cada sub – región, muchas veces diferentes entre ellas  en sus características geográfico-sociales-económicas-culturales. No es lo mismo considerar la diversificación curricular regional en la región La Libertad para el contexto de la provincia de Trujillo (costa) a la par que para la provincia de Santiago de Chuco (sierra) o Pataz (selva). En suma, se puede hablar de una INADECUACIÓN CURRICULAR por este motivo; más cuando cada autoridad educativa, mediante sus “especialistas” de la Unidad de Gestión Educativa Local (de jurisdicción sub-regional y/o provincial) no revisa ni propone lineamientos propios o locales de operatividad curricular (por ejemplo, en la mayoría de provincias de La Libertad no existe, a la fecha, proyectos educativos locales). Entonces, el problema se ha agudizado con la desarticulación curricular existente desde la instancia regional a la institucional.
Finalmente, el último factor se refiere a la dificultad que presentan los docentes en el entendimiento de la naturaleza de las competencias y sobre todo de las capacidades en el contexto del paradigma de desarrollo personal a partir de la construcción de los saberes fundamentales (ser, hacer, aprender, convivir).
El criterio de mediar en el desarrollo integrado de las capacidades en los estudiantes aún no es concebido de manera objetiva en los esquemas mentales y didácticos de los docentes; continúan privilegiando el contenido, tema o conocimiento (cuando éste es sólo un medio o parte de la capacidad) desatendiendo la acción, el verbo o la habilidad que le da intención formativa a las mismas. Por tanto, el hecho se transforma en una desconsideración a la capacidad como tal.
Las actividades de diversificación a nivel de centro educativo (readecuar, optimizar y darle pertinencia a las capacidades por cada área) se pierden en la selección u organización de contenidos, lo que, a la larga, desnaturaliza a las competencias, logros de aprendizaje y a los perfiles propuestos en el Diseño Curricular Nacional.
El mismo asunto se interpone en la tarea evaluativa. Al no existir una óptima comprensión de la esencia de las capacidades, no existe por lo tanto un correcto dominio de las mismas, especialmente cuando se refiere al planteamiento de los indicadores de evaluación y sus consiguientes instrumentos para valorarlos[1].
Se aprecia, en la mayoría de los docentes, dificultades para formular indicadores de logro o de evaluación con criterios técnicos y lógicos que faciliten la organización de las actividades específicas y sus respectivas estrategias. No existe, entonces, una visible articulación entre la capacidad, sus indicadores, los instrumentos evaluativos y las actividades y estrategias según procesos pedagógicos y procesos cognitivos. No existe, además, una auténtica valoración de los avances y logros en los estudiantes en un clima de evaluación eminentemente cualitativa.
Por consiguiente, es imperativo que todos los implicados en la labor educativa (autoridades, especialistas, directivos y docentes) ingresemos en un proceso de reflexión, investigación y compromiso para disipar la realidad antes descrita en el fenómeno curricular de acuerdo al rol y tarea que nos compete, en cada factor visto; pues, en cada caso, en cada profesional de la educación, existe, más que una obligación impuesta, una promesa, un juramento hecho ante lo más sagrado que se tuvo al momento de haber recibido en nuestras manos el título que nos facultó la digna tarea de formar personas. Esta labor supone darle vida al currículo actuando, como debe ser, en cada proceso curricular y dinamizando, como debe ser, cada uno de los elementos curriculares.
En pocos términos, recordemos que tenemos PALABRA DE MAESTRO y que el currículo es nuestra herramienta en la labor pedagógica.



[1] En el asunto del uso de los instrumentos, éstos son diseñados con criterios cuantitativos más que cualitativos pues los docentes tampoco han logrado entender, sobre todo en los niveles inicial y primaria, que las capacidades se construyen en procesos  heterogéneos según los propios ritmos de aprendizaje (pudiendo estar el estudiante en inicio,  en proceso o haber logrado la capacidad esperada). En este caso también se desnaturaliza a la capacidad asignándole números o notas numéricas al momento de su “valoración” o verificación luego del trabajo en el aula. Es sorprendente oír a alumnos y a padres de familia que en tal o cual capacidad se han obtenido notas de 14, 17 ó 20 y es más sorprendente aún que los docentes alienten este pensamiento estableciendo equivalentes de escala numeral vigesimal a las escalas evaluativas de carácter literal procesual.

jueves, 28 de julio de 2011

El sistema educativo dominicano en evidencia



“Para corregir esa situación necesitamos una persona a la cabeza que se dedique al mejoramiento de la educación como una obsesión y que reciba apoyo real del estado. Es como un aborto de la naturaleza, porque un secre de educación es de quien menos se puede esperar eso. Están refugiados en la comodidad y el sueldo. Ojala encontrar un fenómeno que dé con el asunto y ponga en cintura a tanta gente que se lo merece,  ahí como a los estudiantes ponerles las cosas duras para estimularlos al estudio. Tengo 3 hijos y son 3 burros, comparados conmigo al mismo nivel a esa edad, pero ya ellos son "bachilleres".
Así comenta un padre de familia acerca del cuadro real del sistema educativo en República Dominicana presentado por José Antonio Coll.
Este artículo, recomendado por la Lic. Menorca Gerez Ulloa, gran amiga nuestra que viene trabajando en su país en formación de docentes en servicio, nos trae a mente coincidencias que se dan en nuestra realidad latinoamericana; hechos que, sin afán de insuflarnos pasividad, deberían ser hincones a considerar en nuestras labores de cada día.
Como bien menciona el Dr. Víctor Sánchez Mercado, desde Puerto Rico:
“Para mejorar el Sistema Educativo dominicano hay que reconocer que no existe un solo componente culpable de su mal funcionamiento. Existen múltiples factores que inciden en el buen funcionamiento de un Sistema Educativo (los Profesores, los Estudiantes, los Padres, la Comunidad, el Gobierno, etc., porque la Educación es responsabilidad de Todos). Por lo tanto, si existen fallas en la calidad de los Profesores, las Universidades son responsables de desarrollar un currículo que forme profesores de excelencia. Una vez estos Profesores se gradúan y entran en la Docencia, es necesario proveerles Talleres de Educación Continua para que siga su formación y estén al tanto de los nuevos conocimientos y la Tecnología. Tercero, se hace necesario incentivar a los docentes a medida que sube los estándares de calidad de estos. Hay que recordar que invertir en la Educación es invertir en la Economía y el Progreso de un País”.

El texto completo del artículo en mención es el siguiente:

“Las recién finalizadas pruebas nacionales correspondientes a la primera convocatoria del cuarto año del bachillerato, han puesto en evidencia a nuestros educadores y al sistema educativo en general en torno a la baja calidad de los niveles de enseñanza con que se pretenden formar nuestros jóvenes.
Para nadie es un secreto que dentro de las prioridades de nuestra juventud, no está la de ser honestos estudiantes y responsables discípulos de los libros y los maestros.
Tampoco debe ser un secreto que los maestros dominicanos, cada vez se preocupan menos por sus alumnos y que su norte básicamente está centralizado en que sean promovidos de su sección o curso, ya que con esto no se les cuestionara por las reprobaciones masivas que se pudieran derivar de su ejercicio profesional.
A esto hay que agregarle que muchos de nuestros educadores, principalmente en los colegios, en muchos casos, ni siquiera han realizado los estudios necesarios para impartir docencia y que para ellos educar se traduce solamente en un medio de subsistencia, muy mal remunerado por cierto.
La prensa nacional ha recogido que solo un 40% de los bachilleres aprobaron las asignaturas de matemáticas y de lengua española eso de por si es una gran critica a la educación dominicana, pero es que aún hay más, de ese 40%, tímidamente señalado, solo un 20%, realmente aprobaron la materia, puesto que el resto se valió de compras de los temarios y de los exámenes para pasar y un grupo fue favorecido por los propios profesores que sirvieron de jurados.
Un prerrequisito para alcanzar el grado de bachiller lo representa el hecho de haber trabajado 60 horas en una institución de servicio, como forma de vincular a los estudiantes a los diferentes aspectos sociales de la vida nacional,
En cuanto a esto si el 5% realmente hubiera prestado  los servicios, fuera un éxito, lo real es que la gran mayoría consiguió con el apoyo de sus irresponsables padres y tutores y también en muchos casos las direcciones de los centros educativos, una carta certificada de las instituciones diciendo que allí estuvieron los estudiantes, mientras estos se dedicaban a otros afanes desligados de la correcta formación humana y académica.
En conclusión, es necesario que el tema de la educación sea encarado como un TEMA PAIS, que revisen los estándares académicos, que se responsabilicen los centros, el ministerio y los padres y tutores para que no sigan otorgándoles certificados de bachilleres a personas que no saben leer, ni escribir y mucho menos comprender las ciencias y las matemáticas.
Es una vergüenza ver los escritos en las redes de jóvenes estudiantes que parecen analfabetos.
Es una vergüenza hacerles una sencilla pregunta a los bachilleres por que o se quedan callados o responden con un  disparate. Es una vergüenza que los profesores se fijen más en las alumnas y su desarrollo físico, que en el desarrollo intelectual y es una vergüenza que colegios pretendan cobrar por una educación que no tiene nivel, a un precio que no corresponde con lo que ofrecen”.
N.E:
El link original de este artículo es:
http://www.hoy.com.do/el-pais/2011/7/22/385219/Sistema-educativo-dominicano-en-evidencia

lunes, 25 de julio de 2011

Arte: creación con recreación



"Arte: creación con recreación" es un original proyecto compartido que el Prof. Wilmer Chachaima Vásquez viene trabajando en el convenio que tiene el IESPP "David Sánchez Infante" de Pacasmayo, La Libertad, Perú con centros educativos del ámbito circundante
Lo singular de este proyecto radica en incursionar, desde la orientación especializada artística (orientación y asesoramiento, a cargo del IESPP "DSI") y desde la contribución logística de los padres y madres de familia, en la labor curricular de los docentes de los niveles inicial y primario de la Educación Básica Regular de las instituciones educativas que así lo han requerido, fundamentalmente en las tareas de arte contempladas en sus unidades didácticas (proyectos educativos, sobre todo).

Un ejemplo de ello es el trabajo compartido que se viene dando en el Colegio "Latino" de San Pedro de Lloc en el desarrollo del proyecto educativo "Celebremos nuestras fiestas patrias", a cargo de la profesora del aula de 03 años, de los padres de familia y del servicio de asesoramiento artístico. Este proyecto, a la par del desarrollo de las diferentes capacidades en las áreas Comunicación, Matemática y Personal Social contempla la "construcción", a cargo de de los niños y niñas de 04 y 05 años, de símbolos de la independencia nacional a partir de creaciones gráfico-plásticas. En la actividad cívica de homenaje a la sociedad peruana, a manera de rompecabezas, los estudiantes pequeños han estructurado un gran escudo patrio a partir de los materiales previamente confeccionados por ellos mismos.
La experiencia fue, por demás, motivante y satisfactoria.