viernes, 8 de julio de 2011

El desarrollo de la creatividad y su importancia en la formación integral. Por Karina Fabiola Valenzuela Posadas, Perú (3ra. Generación ProCalidad)


Karina Fabiola Valenzuela Posadas es docente de Educación Primaria de la Educación Básica Regular con una Segunda Especialidad en Formación Magisterial y con estudios concluidos de Maestría en Educación de la Creatividad. Durante los últimos 15 años se ha dedicado a la Investigación del Currículo y del Sistema Educativo Peruano, poniendo énfasis en el análisis de la Transversalidad del Currículo así también validando estrategias innovadoras para la formación integral del educando desde una pedagogía social bajo el enfoque histórico cultural. Destaca en sus estudios el desarrollo de capacidades en el proceso de enseñanza aprendizaje.


Resumen
El artículo titulado “El Desarrollo de la Creatividad y su importancia en la Formación Integral” es el resultado de la selección y la organización de planteamientos teóricos sobre la evolución de la concepción de la creatividad e interesantes abordajes del estudio de la misma, tendiente a la formación de un sólido fundamento teórico bajo el enfoque global del estudio de las habilidades creativas con énfasis en la integración.
Para tal efecto, se empleó el método histórico lógico que permitió valorar en este artículo la temporalización de los hechos, así como los aportes de algunos autores sobre el desarrollo de la creatividad y su importancia en la Formación Integral.
La autora presenta en este artículo, de modo correlacional, las etapas que conforman la historia de la creatividad bajo una apreciación general de los hechos hasta el surrealismo y, a partir de ello, selecciona a cuatro autores renombrados que permiten observar, en el paso del tiempo y en la profundización de sus estudios, aportes sustanciales para la formulación de tres elementos centrales para el desarrollo de la creatividad: el enfoque integrador, el carácter activo y el carácter personológico de la creatividad. 
Por esta razón, en este análisis se mencionan con frecuencia tres palabras claves: enfoque integrador, sujetos creativos y condiciones del entorno.

El Desarrollo de la Creatividad en el tiempo
Referirse al estudio de la creatividad es remontarse hacia 30 000 a.C. y situarse frente a los hallazgos de las primeras pinturas rupestres, muestra de la invención artística como fenómeno humano. ¿Cómo se apreció la creatividad en ese entonces?, ¿qué factores se estudiaban para orientar el desarrollo de la creatividad?
Si bien es cierto que la palabra y concepto de creatividad son recientes, se hace necesario un acercamiento a la evolución histórica de su concepción, que sustente la importancia de su estudio.
Al respecto, Parra (2003) planteó etapas de la historia de la creatividad[1] que facilitan el entendimiento de la evolución de su concepción, debido a su apreciación general y la sucesión de los acontecimientos que permiten establecer el hilo conductor de este estudio. Estas etapas se resumen a continuación.
1.    En la Era Primitiva la creatividad se manifestaba en el arte y esta poseía un carácter esencialmente social y religioso; el artista o creador era un medio para llegar al más allá. A través de los rituales, los miembros de una tribu podían comprender sus tradiciones y sus mitos, ser curados, prevenir enfermedades, etc. La estética estaba, en un principio, en función de la ética: no importaba tanto la belleza de las obras, ni la exaltación de los artistas, sino la función social de la creatividad. En esta época se practicaba un ritual llamado "búsqueda de la visión" para aumentar el nivel de conciencia. Actualmente algunas culturas la siguen practicando y algunos estudiosos la toman como base para ejercicios motivacionales.
2.    En la Antigüedad, tres acontecimientos en la historia del hombre marcaron un giro en su forma de crear: la escritura, el papel y las matemáticas como parte fundamental del saber en las culturas antiguas. De este modo la creatividad, sobre todo a través de la poesía, la pintura y la escultura, comienza a cumplir no sólo una función artística y colectiva, sino también intelectual y mucho más individual. Los artistas comienzan a ser figuras públicamente reconocidas por su talento, sus capacidades están muy por encima de los demás. Surge el concepto de la estética para regir al arte: la estética convierte principios naturales en formas, sonidos y colores equilibrados y bellos. Así se entiende cómo el arte y la creatividad se dirigen lentamente hacia lo racional, lo mensurable, lo que podemos poner en palabras, números y proporciones.
3.    Durante la edad media, especialmente entre los siglos V y XI, la ciencia, a través de la alquimia, fue oscurecida por inquietudes religiosas. La alquimia muestra que es posible combinar el mundo de lo mágico con el mundo de lo científico e hizo que la creatividad tome no sólo modalidades científicas, sino que sea una manera de hacer que el hombre se transforme hasta lograr versiones más evolucionadas de sí mismo. Sin embargo, en esta época, los sujetos creativos y sus producciones, en su mayoría, estaban en el anonimato.
4.    En el Renacimiento los artistas son científicos consumados. Todas las artes plásticas, desde la arquitectura y la pintura, hasta la artesanía, el diseño y la escultura se expresan en esta época de la manera más perfecta y completa, como resultado de una observación minuciosa de la realidad y de un profundo estudio de las matemáticas. La creatividad comienza a cambiar radicalmente, ya no es utilizada para transformarse y alcanzar con méritos el otro mundo; ahora presta especial atención al trabajo razonado, al estudio erudito de la naturaleza y la realidad del hombre. En esta etapa los sujetos talentosos alcanzaron notable trascendencia en el mundo. 
5.    En 1924 se pone de manifiesto el surrealismo, en el que asegura que la situación histórica de la posguerra exige un nuevo arte que se esfuerce por indagar en lo más profundo del ser humano a partir de los descubrimientos científicos, filosóficos y psicológicos. El surrealismo trata de plasmar el mundo de los sueños y de los fenómenos subconscientes en la manera de hacer el arte, relacionados con la expresión de colectivos a los que apenas se había prestado atención en el pasado. La importancia del surrealismo es crucial para el posterior estudio de la creatividad, ya que nos muestra algo que hasta entonces no había sido estudiado en el campo de las artes: que nuestro inconsciente es el campo más fértil para el desarrollo de nuevas concepciones sobre nuestras propias realidades.
El valor de esta temporalización de la historia de la creatividad es que hace evidente en el transcurso de las etapas la constante interacción entre los sujetos creativos y su contexto; dos variables que, la autora estima, se encuentran bastante ligadas en el estudio del desarrollo de la creatividad.
Por otro lado, en esta temporalización se advierte que la concepción de la creatividad se circunscribe a un campo de acción limitado y se ve reflejado en el arte y en la ciencia. Actualmente, se valora una concepción de la creatividad integradora de las motivaciones, capacidades, producciones y respuestas a las situaciones del entorno, desde diversas áreas de acción.  Debido a esto resulta necesario revisar algunas concepciones actuales sobre creatividad desde el significado de la palabra hacia la construcción de una definición que sea soporte de este estudio.


Aportes Teóricos sobre Creatividad
Etimológicamente la palabra creatividad[2] deriva del latín “creare”, la cual está emparentada con “crecere”, lo que significa crecer; por lo tanto la palabra creatividad significaría “crecer de la nada”.  Se considera partir de esta etimología debido a que en ella se alude el carácter activo de la creatividad, criterio que en un tiempo fue poco estudiado. Esta posición permite presumir que cualquier sujeto en la actividad puede desarrollarla y que esta no se manifiesta solo en los “elegidos”.
Actualmente, existe un consenso respecto al carácter activo de la creatividad, eso hace posible considerar la aplicación de un sinnúmero de estrategias y sistemas de acción para su desarrollo. Al generarse más posibilidades para el desarrollo de la creatividad su estudio se hace más complejo, por lo mismo ha sido abordado desde múltiples perspectivas. De tal modo que hoy se cuenta con una gran cantidad de definiciones válidas que, en su mayoría, son acompañadas con propuestas concretas para su aplicación. Las diferencias entre unas y otras dependen de los fundamentos teóricos y filosóficos de cada autor o autora, así como de los intereses metodológicos que manifiestan.
Al respecto, Albertina Mitjans pone de manifiesto en su estudio de la creatividad (1995), la presencia de cinco enfoques que se deben tomar en cuenta al estudiar la creatividad[3]:
1.    El que hace énfasis en el proceso. Cómo transcurre el proceso creativo.
2.    El que hace énfasis en el producto. Las características de lo creado.
3.    El que hace énfasis en las condiciones. Análisis de vínculos y situaciones  que influyen en la actividad creadora.
4.    El que hace énfasis en la persona. Revelar elementos o procesos psicológicos subyacentes, que posibilitan la creatividad.
5.    El que hace énfasis en la integración. Intentan explicar la creatividad integrando dos o más factores, generalmente del sujeto y las condiciones.
Si una persona decide abordar el estudio de la creatividad, esta organización por enfoques le permite hacer un planteamiento más consistente y coherente de la misma, debido que en cada uno de los enfoques se ubican numerosas posibilidades para construir y ampliar la gama de oportunidades que en estos tiempos permitan desarrollar la creatividad de l@s alumn@s, aportando con ello a su formación integral.
Advirtiendo estas posibilidades, la concepción sobre creatividad que asume la autora se orienta bajo el enfoque que hace énfasis en la integración, sin desestimar el aporte de los otros enfoques, pues se pretende explicar la interacción entre el sujeto y las condiciones del entorno, dos variables que se manifiestan como pilares ineludibles del desarrollo de la creatividad.
Corresponde entonces mencionar a uno de los precursores del estudio de la creatividad, Guilford (1978), quien hacia los años 50, llamó la atención de la comunidad científica manifestando que la creatividad[4] y la inteligencia son capacidades diferentes y ambas en condiciones de ser desarrolladas.
Guilford en sus estudios (1950-1957), describe los rasgos de la personalidad creativa; distingue entre rasgos y facultades. Los rasgos son relativamente permanentes, mientras que una facultad es la disposición de una persona para aprender ciertas cosas. Esta facultad puede ser innata y puede estar determinada por la influencia del entorno o por una interacción de ambas realidades.
Él alude en sus estudios sobre la creatividad, el tratamiento del pensamiento convergente y divergente, el modo como se manifiestan en la personalidad del sujeto creativo, en los procesos y al producto creativo. Para Guilford, la personalidad creativa se caracteriza por los siguientes rasgos y facultades: fluidez, flexibilidad, elaboración, originalidad, sensibilidad a los problemas y redefinición. 
Sus apreciaciones poseen una visión diagnóstica y descriptiva de los hallazgos obtenidos después de la aplicación de pruebas que valoran las facultades del pensamiento divergente. Sin embargo,  valora interacción constante entre los rasgos de la personalidad con los factores motivacionales del entorno, planteamiento que compartimos.
Por otro lado, Csikszentmihalyi[5] (1995), desde una perspectiva integradora, explica la creatividad como una función de tres elementos: campo (lugar o disciplina donde ocurre), persona (quien realiza el acto creativo) y dominio (grupo social de expertos). El modelo de este autor es probablemente uno de los modelos más completos y quizá se complementa con el modelo de Amabile.
Ambos consideran el campo como un factor sustancial, ambos ven la necesidad de características propias de la persona creativa. Sin embargo, el énfasis que Csikszentmihalyi da al dominio o grupo de expertos no aparece en el modelo de Amabile y esto se valora como un aporte para el presente estudio, en la medida que el dominio es un factor de primer orden en el desarrollo de la creatividad, como agente reflejo-activador de los recursos personológicos del sujeto creativo en su interacción con el entorno.
Ahora bien, no toda la creatividad tiene que ser de tal trascendencia para ser considerada creatividad, especialmente si se habla sobre el desarrollo de la creatividad en infantes y niñ@s. Existe, como afirma Boden (1991), una creatividad-h y una creatividad-p[6], es decir una creatividad histórica y una creatividad personal. Atendiendo a esa premisa este estudio pretende desarrollar la creatividad personal en su relación dialéctica con el entorno direccionada hacia la creatividad histórica, generando espacios de reconocimiento y trascendencia.
Estos espacios de reconocimiento del entorno frente a la acción creadora del sujeto la plantea Gardner,[7] (1995) afamado estudioso de la inteligencia, en su definición de la creatividad como la cualidad de una persona para resolver problemas regularmente, para entregar ideas o productos novedosos que terminan por aceptarse en su respectiva cultura. La satisfacción del sujeto creativo frente a su obra sumado al reconocimiento del entorno, muestran la trascendencia de la persona a plenitud y lo motivan a continuar formulándose problemas.
Gardner, a ese respecto, afirma que la creatividad requiere de cuatro niveles de análisis para su desarrollo: a) subpersonal (sustrato biológico), b) personal (sustrato psicológico), c) impersonal (el campo), y d) multipersonal. Él estudia la creatividad con un enfoque similar al de su teoría de las inteligencias múltiples, y plantea que existen diferentes tipos de creatividad, relacionados a los diferentes tipos de inteligencia.
Asimismo, Gardner en sus planteamientos asegura que los llamados test de creatividad no son completamente válidos. “Nada garantiza que quien salga airoso en una de estas pruebas, lo sea efectivamente en la vida práctica o real”, debido que la creatividad se manifiesta en cada sujeto de modo distinto y en diferentes áreas.
Precisamente Albertina Mitjáns (1995), le asigna a su estudio énfasis en la persona, porque considera al sujeto  elemento esencial para la comprensión de la creatividad, portador activo de recursos personológicos que posibilitan el comportamiento creativo, visto desde una perspectiva histórica o en una coyuntura situacional determinada. Su planteamiento se fortalece en la medida que va definiendo regularidades en el comportamiento del sujeto creativo. Ella define a la creatividad[8] como el proceso de descubrimiento o producción de algo nuevo que tiene la exigencia de un determinado sistema social, en  el cual se expresa el vínculo de los  aspectos  cognitivos  y  afectivos de la personalidad.
A pesar de que en este estudio se trata de mantener un enfoque integrador, no puede ser desestimado el estudio de la creatividad desarrollado por Mitjáns, porque profundiza con vehemencia y objetividad el conjunto de operaciones, formaciones y recursos de la personalidad que le permiten al sujeto un comportamiento creativo y llega a explicar desde la psicología la actuación del sujeto cuando enfrenta situaciones de su entorno (condiciones extrínsecas) en un hecho dialéctico donde este sujeto utiliza y actualiza sus recursos personológicos para comportarse creativamente.

Conclusiones
Después de este fructífero análisis la autora arriba a las siguientes conclusiones,  destacando tres elementos centrales para el estudio del desarrollo de la creatividad y la importancia de su tratamiento en estos tiempos.
·         El acercamiento a la evolución histórica de la creatividad manifiesta la necesidad de abordar el estudio de la creatividad desde un enfoque integrador desde su concepción en claro propósito de su desarrollo, siendo pilares ineludibles del desarrollo de la creatividad: el sujeto y las condiciones del entorno.
·         El carácter activo de la creatividad relacionado a elementos dinamizadores intrínsecos y extrínsecos del sujeto creativo, que lo conducen a enfrentar problemas existentes y a plantear nuevos, estableciendo un nexo continuo entre la zona de desarrollo real, zona de desarrollo próximo y zona de desarrollo potencial.
·         El carácter personológico de la creatividad, fundamentados en sus elementos primordiales: unidad dialéctica entre lo cognitivo y afectivo, las formaciones motivacionales complejas y las configuraciones creativas.
      Estos elementos definen la importancia del desarrollo de la creatividad en la formación integral de l@s alumn@s, como respuesta no solo a las exigencias del contexto, que son necesarias de atender en estos tiempos de marcada tendencia hacia el consumismo y al inmediatismo, sino a la propia evolución de la persona como ser humano poseedor de ingentes cualidades, atributos y capacidades, que aprovecha los espacios y momentos de reflexión, de intercambio de vivencias, de autoapreciación  de conocimiento, de dominio y apropiación de su entorno. A fin de incrementar la capacidad de actuación frente a la atención de sus necesidades, intereses y solución de problemas. Con este planteamiento no se pretende adoptar una sola concepción de la creatividad, sino establecer el hilo conductor y eje que sustentara una propuesta para el desarrollo de la creatividad.

Bibliografía
CAREVIC, Marjorie CREATIVIDAD (I)
GUILFORD,J.P., STROM, R.D. Creatividad y Educación. Buenos Aires: Paidós.
MITJÁNS, Albertina Creatividad, Personalidad y Educación  Edit. Pueblo y Educación.
ORBEGOSO, Arturo La personalidad creativa. Innovación y creatividad. 2008.
PARRA DUQUE, Diego Una breve historia de la creatividad. Colombia, 2003.
PENAGOS, J.C. y  ALUNI, R Creatividad, una aproximación.
ROMO, Manuela Creatividad como un sistema caótico. 2005.





[1] PARRA DUQUE, Diego Una breve historia de la creatividad. Colombia, 2003. http://www.scribd.com/doc/32867409/Una-Breve-Historia-de-La-Creatividad
[3] MITJÁNS, Albertina Creatividad, Personalidad y Educación  Edit. Pueblo y Educación. pp VIII
[4] GUILFORD,J.P., STROM, R.D. Creatividad y Educación. Buenos Aires: Paidós.
[5] PENAGOS, J.C. y  ALUNI, R Creatividad, una aproximación http://homepage.mac.com/penagoscorzo/creatividad_2000/creatividad1.html
[8] MITJÁNS, Albertina Ibid. pp 32

jueves, 7 de julio de 2011

Volviendo la mirada a la Madre Tierra, Por Victor Franco Castro, Perú.

Incidiendo en abrir espacios para tratar sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible en el espectro educativo nuestro, publicamos un excelente artículo de nuestro gran amigo Victor Franco Castro (3ra generación ProCalidad). El texto constituye una invitación a reflexionar acerca de lo que nos espera y de lo que podríamos hacer los docentes para prevenir desenlaces funestos.




VOLVIENDO LA MIRADA A LA MADRE TIERRA
A propósito de los cambios globales

Lic. Víctor P. Franco Castro
victorfrancocastro@yahoo.es


Los últimos acontecimientos globales nos ofrecen un sombrío panorama sobre lo que nos espera dentro de poco. Es que no necesitamos oráculos ni videntes cuando, desde Hiroshima (1945), pasando por Chernóbil (1986), hasta la pesadilla de Fukushima de nuestros días, no hemos reparado en los cruentos atentados al planeta Tierra que han alterado progresiva y totalmente los cánones mínimos de habitabilidad.
Entonces, no nos debe resultar extraño que, cuando esperamos un amanecer con un radiante sol, se presente una abrupta neblina acompañada de lluvias inusuales; o, a puertas de un crudo invierno, el sol y sus peligrosos rayos UV causen estragos en la población, marcando su presencia con altas temperaturas, acercándonos a un punto climático crítico de pronósticos no muy tranquilizantes. Tampoco parece importarnos que el hábitat de algunas zonas geográficas del planeta se haya venido alterando radicalmente al extremo de provocar la extinción de muchas especies de flora y fauna, como consecuencia de una acumulación irracional de residuos sólidos y polución de gases contaminantes a escala atmosférica que han invadido imperceptiblemente nuestro diario vivir; cuando no, subsidiado por conductas predatorias de nosotros mismos. Esos son los desencadenantes del llamado calentamiento global.
Los efectos de estas variables se han alojado en lo más íntimo de nuestros espacios de convivencia y está deteriorando la calidad de vida progresivamente, con tendencias a volver inhabitables las grandes metrópolis y las urbes, amenazando arrasar con las pocas reservas naturales y morales que aún podemos enarbolar como refugios frente a probables catástrofes. Los pueblos olvidados, las comunidades indígenas y las zonas rurales representan esa reserva ecológica. Por consiguiente, resulta imperioso prestar atención a las exigencias que hemos venido ignorando por mucho tiempo, respecto a una relación armoniosa con la naturaleza y la valoración, cada vez más urgente, de la gran sabiduría que encierran las culturas ancestrales que han pervivido, a pesar de la arremetida de la modernidad y del espiral consumista que ha penetrado en las venas de nuestra sociedad.
Hoy que emerge con inusitada batahola la proximidad del “apocalipsis”, a partir de la lectura de ciclos y ritmos de la naturaleza que, tanto Nostradamus como los Mayas, coinciden en temerarias predicciones, deberíamos volver la mirada a los saberes culturales que encierran nuestros pueblos. De lo contrario, habremos suscrito, en calidad de cómplices, el acta de inicio de las catástrofes que devendrían en el “juicio final” tan anunciado. Es urgente revalorar la sabiduría popular de nuestros ancestros por cuanto han revelado un asombroso paralelismo con los aportes científicos del mundo occidental. Emilio Tenti (2007) mencionaba que “el pasado está en las cosas y en los hombres del presente”, lo que nos conduce a fortalecer la cultura tradicional como uno de los baluartes más poderosos que han permitido resistir a los embates homogeneizantes de la postmodernidad, gracias a nuestra diversidad.
Desde este espacio pedagógico intentamos poner en relieve la interpelación de la Madre Tierra hacia una relación armoniosa entre ella y el ser humano. Es hora de recuperar la armonía entre la naturaleza y el ser humano. Y, a la educación, como sistema y como herencia trascendente de nuestros antepasados, le corresponde reconocer y valorar el potencial cultural y natural de los pueblos indígenas para el desarrollo de la sociedad como un todo.
Ánimo, que nuestro mundo todavía es posible. Es el mundo en el que vivirán nuestros descendientes.