martes, 20 de octubre de 2009

Acerca de nuestras costumbres en el aula (hablando con sinceridad)

HABLANDO CON SINCERIDAD

Desde las evaluaciones del rendimiento y de la calidad educativa a los estudiantes de educación primaria y secundaria impulsadas por el Ministerio de Educación a través de la Unidad de Medición de la Calidad Educativa a partir del año 2000, los diagnósticos resultantes han demostrado un incipiente desarrollo de las capacidades de comprensión lectora y de razonamiento lógico-matemático en ellos. Paralelamente, estos diagnósticos han sido idénticos a los producidos por el sistema de evaluación internacional PISA, el mismo que ha ubicado al Perú entre los últimos países de América en lo que a calidad educativa se refiere.
En lo que se refiere a los docentes, la situación diagnóstica en las mismas capacidades ha sido ciertamente similar por cuanto la evaluación censal impuesta por el Ministerio de Educación en el año 2006 demostró un considerable porcentaje de profesores con dificultades notorias en la comprensión de ideas globales y específicas de una lectura, con limitaciones para solucionar problemas lógicos y matemáticos básicos y; por consiguiente con una rala y difusa posición personal-profesional autónoma y crítica frente a la realidad y al compromiso que les compete en el desarrollo de la ciencia y la cultura.
Este cuadro nos demuestra no sólo una imagen ante la sociedad peruana y el mundo de una población discente y docente con rendimientos no muy alentadores sino también nos hace comprender, en lo que respecta a la forma de acción, que en nuestras instituciones educativas –y esperamos que existan excepciones- se ha seguido -y se viene siguiendo- una labor academicista con tendencia reproduccionista de los conocimientos.
Paralelamente, esta acción ha venido siendo acompañada con escasos espacios para la reflexión y crítica personal-colectiva no sólo de los conocimientos que se podrían producir sino también de los conocimientos ya producidos -conocimientos cada vez más extensos y diversos debido al posicionamiento de las NTIC -Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación- en el contexto globalizante de nuestro planeta.
En suma y reincidiendo en lo vertido anteriormente, el fruto de esta labor continúa siendo formadores, estudiantes de formación docente (practicantes), docentes de aula y alumnos de centros educativos con recursos teórico-conceptuales no autónomos y sencillamente repetitivos justamente debido a la escasa y hasta nula ejercitación lógica del pensamiento, suceso paralelo con una extensa historia de incomunicación y de lenguaje no pertinente en la relación formador – estudiante de formación docente, formador – docente de aula, docente de aula – practicante, docente de aula/ practicante - alumnos y alumnas.
Por lo tanto, el planteamiento central de este proyecto radica en que si las personas, independientemente de los libros, diccionarios y otros referentes documentales/virtuales fueran capaces de construir y aprender conceptos propios a partir de hechos basados en la experiencia, en la reflexión crítica, en la originalidad y la cooperatividad; si alcanzaran en el proceso de estas tareas a conocer y utilizar bien las palabras en sus oraciones; si fueran capaces de comprender el significado de éstas en contextos holísticamente más amplios; si fueran capaces de definir éstas mismas en sus propios términos; es muy seguro que serán capaces de definir originalmente términos concretos y abstractos, estructurar adecuadamente oraciones con significados propios, conocimientos personales y; de por sí, pensamientos propios, autónomos y críticos. Todos ellos argumentados en la lógica.
De igual modo, si fueran entonces capaces de tener conocimientos y pensamientos personales (autónomos, críticos y lógicos), serán capaces de expresarlos y comunicarlos con un lenguaje claro, real y; obviamente, con un lenguaje lógico –léase socialización didáctica-.
En este sentido consideramos que la situación reproduccionista del conocimiento en el sistema educativo peruano –así como en los sistemas educativos de muchos otros países- es concomitante en sentido bidireccional con las dificultades para estructurar las ideas (el pensamiento personal) y a su vez de expresarlas de forma diversa: verbal, escrita, gráfica, etc.
Resumiendo, proponemos iniciar un paso para superar este problema: sugerir propuestas dialógicas, teóricas y metodológicas para el ejercitamiento de las capacidades de construcción y aprendizaje de conceptos desde una postura primero personal y luego colectiva con manifestaciones coherentes y lógicas. Vale decir, que si las personas (formadores, docentes de aula y alumnos de formación docente -como primeros protagonistas de los cambios educacionales- y alumnos y alumnas de las escuelas y colegios) fueran capaces de construir, aprender y finalmente socializar conceptos propios, claros, precisos y objetivos; entonces se podrá forjar un cimiento fundamental para la promoción del conocimiento y del pensamiento autónomo y/o independiente que luego no permitirá la necesidad de reproducir contenidos, conocimientos e ideas sino de producirlos.
Hablando con sinceridad, creemos que podemos mejorar nuestra práctica en el aula y superar con sencillez y entereza la imagen que nos hemos forjado en conjunto ante la sociedad peruana y mundial. Para ello se necesita hidalguía de reconocer nuestra propia práctica en el aula, cariño a nuestra profesión y unidad para afrontar los nuevos retos en la educación. Somos docentes y nos sobran esas virtudes.
Carlos Enríquez Román.