“Para corregir esa situación necesitamos una persona a la cabeza que se dedique al mejoramiento de la educación como una obsesión y que reciba apoyo real del estado. Es como un aborto de la naturaleza, porque un secre de educación es de quien menos se puede esperar eso. Están refugiados en la comodidad y el sueldo. Ojala encontrar un fenómeno que dé con el asunto y ponga en cintura a tanta gente que se lo merece, ahí como a los estudiantes ponerles las cosas duras para estimularlos al estudio. Tengo 3 hijos y son 3 burros, comparados conmigo al mismo nivel a esa edad, pero ya ellos son "bachilleres".
Así comenta un padre de familia acerca del cuadro real del sistema educativo en República Dominicana presentado por José Antonio Coll.
Este artículo, recomendado por la Lic. Menorca Gerez Ulloa, gran amiga nuestra que viene trabajando en su país en formación de docentes en servicio, nos trae a mente coincidencias que se dan en nuestra realidad latinoamericana; hechos que, sin afán de insuflarnos pasividad, deberían ser hincones a considerar en nuestras labores de cada día.
Como bien menciona el Dr. Víctor Sánchez Mercado, desde Puerto Rico:
“Para mejorar el Sistema Educativo dominicano hay que reconocer que no existe un solo componente culpable de su mal funcionamiento. Existen múltiples factores que inciden en el buen funcionamiento de un Sistema Educativo (los Profesores, los Estudiantes, los Padres, la Comunidad, el Gobierno, etc., porque la Educación es responsabilidad de Todos). Por lo tanto, si existen fallas en la calidad de los Profesores, las Universidades son responsables de desarrollar un currículo que forme profesores de excelencia. Una vez estos Profesores se gradúan y entran en la Docencia, es necesario proveerles Talleres de Educación Continua para que siga su formación y estén al tanto de los nuevos conocimientos y la Tecnología. Tercero, se hace necesario incentivar a los docentes a medida que sube los estándares de calidad de estos. Hay que recordar que invertir en la Educación es invertir en la Economía y el Progreso de un País”.
El texto completo del artículo en mención es el siguiente:
“Las recién finalizadas pruebas nacionales correspondientes a la primera convocatoria del cuarto año del bachillerato, han puesto en evidencia a nuestros educadores y al sistema educativo en general en torno a la baja calidad de los niveles de enseñanza con que se pretenden formar nuestros jóvenes.
Para nadie es un secreto que dentro de las prioridades de nuestra juventud, no está la de ser honestos estudiantes y responsables discípulos de los libros y los maestros.
Tampoco debe ser un secreto que los maestros dominicanos, cada vez se preocupan menos por sus alumnos y que su norte básicamente está centralizado en que sean promovidos de su sección o curso, ya que con esto no se les cuestionara por las reprobaciones masivas que se pudieran derivar de su ejercicio profesional.
A esto hay que agregarle que muchos de nuestros educadores, principalmente en los colegios, en muchos casos, ni siquiera han realizado los estudios necesarios para impartir docencia y que para ellos educar se traduce solamente en un medio de subsistencia, muy mal remunerado por cierto.
La prensa nacional ha recogido que solo un 40% de los bachilleres aprobaron las asignaturas de matemáticas y de lengua española eso de por si es una gran critica a la educación dominicana, pero es que aún hay más, de ese 40%, tímidamente señalado, solo un 20%, realmente aprobaron la materia, puesto que el resto se valió de compras de los temarios y de los exámenes para pasar y un grupo fue favorecido por los propios profesores que sirvieron de jurados.
Un prerrequisito para alcanzar el grado de bachiller lo representa el hecho de haber trabajado 60 horas en una institución de servicio, como forma de vincular a los estudiantes a los diferentes aspectos sociales de la vida nacional,
En cuanto a esto si el 5% realmente hubiera prestado los servicios, fuera un éxito, lo real es que la gran mayoría consiguió con el apoyo de sus irresponsables padres y tutores y también en muchos casos las direcciones de los centros educativos, una carta certificada de las instituciones diciendo que allí estuvieron los estudiantes, mientras estos se dedicaban a otros afanes desligados de la correcta formación humana y académica.
En conclusión, es necesario que el tema de la educación sea encarado como un TEMA PAIS, que revisen los estándares académicos, que se responsabilicen los centros, el ministerio y los padres y tutores para que no sigan otorgándoles certificados de bachilleres a personas que no saben leer, ni escribir y mucho menos comprender las ciencias y las matemáticas.
Es una vergüenza ver los escritos en las redes de jóvenes estudiantes que parecen analfabetos.
Es una vergüenza hacerles una sencilla pregunta a los bachilleres por que o se quedan callados o responden con un disparate. Es una vergüenza que los profesores se fijen más en las alumnas y su desarrollo físico, que en el desarrollo intelectual y es una vergüenza que colegios pretendan cobrar por una educación que no tiene nivel, a un precio que no corresponde con lo que ofrecen”.
N.E:
El link original de este artículo es:
http://www.hoy.com.do/el-pais/2011/7/22/385219/Sistema-educativo-dominicano-en-evidencia